Yamila Mathon es licenciada en Ciencias de la Comunicación de la UBA, entró a trabajar en el INTI en 2005 y hoy es una delegada despedida de ese Instituto Nacional.

Detrás de un alambrado que divide a los trabajadores en toma y la calle, Yamila relató detalles del ataque perpetrado allí por el Gobierno, responsable de despedir familias enteras (pareja e hija/o del jardín) para proceder a la privatización de un organismo estratégico en materia de control de la producción nacional.

En diálogo con referentes del Plenario de Trabajadoras, organización del Partido Obrero, Yamila sostiene que todo lo que sufre hoy una mujer no está escindido de la lucha de clases y la explotación a la cual están sometidos los trabajadores en su conjunto. “Juntos somos invencibles”, sostiene orgullosa al mencionar que en la pelea diaria contra el maltrato hacia la mujer en los ámbitos laborales están presentes tanto su marido como otros compañeros.

La trabajadora y militante denuncia que todos los despedidos tienen algo en común: son delegados, o fueron candidatos a serlo, o aparecen en fotos de asambleas y marchas. Deja en claro que esta medida es aleccionadora para que los empleados no se organicen para reclamar sus derechos y, de esa manera, tener vía libre para avasallar con todo. Pero Yamila, su compañero de vida y los compañeros de trabajo no permitirían nunca que ello ocurra.