Las mujeres despedidas encabezarán la marcha del 8M

En cuatro días, las calles de Buenos Aires y el resto del país se inundarán de mujeres. Será la segunda movilización masiva de este 2018 en contra del Gobierno, que comenzó el 21 de febrero con la multitudinaria marcha encabezada por Hugo Moyano. Este jueves 8 de marzo, las mujeres harán otro paro, pero esta vez con más fuerza, más representatividad y en medio de un debate que promete llevarse la atención durante varios meses: la despenalización del aborto. 
Este paro que seguramente será masivo y contundente, y que culminará con una marcha en el Congreso, estará encabezado por las trabajadoras despedidas, las principales víctimas del ajuste. Y es parte de un plan de lucha que está llevando a cabo un sector de la oposición política, movimiento sociales y gremios. Por caso, el miércoles habrá una conferencia de prensa conjunta en el Monumento al Trabajo en donde habrá representantes de mujeres sindicalistas de diferentes centrales obreras.

En la última asamblea—en total fueron cinco y multitudinarias—se decidió que la bandera color violeta lleve la consigna: “Paro Internacional de Mujeres, lesbianas, travestis y Trans. Aborto legal Ya. Basta de ajuste y despidos”. Todo un manifiesto. 
El movimiento de mujeres, ecléctico, diverso y múltiple en donde convergen varios feminismos se convirtió desde aquel grito de “Ni Una Menos” en 2015 en un movimiento social y político. Lo que comenzó como un pedido desesperado, como una visibilización del “paren de matarnos” ante una ola de femicidios brutal, se transformó en un espacio en donde se piensa, se debate y sobre todo, se acciona. Por eso, la contundencia que tendrá el paro de este jueves no es espasmódica: es el producto de años y años de lucha y militancia que vienen llevando adelante miles de mujeres que por años estuvieron invisibilizadas para los grandes medios de comunicación y el poder de turno. 

Ya nadie puede mirar para otro lado. Incluso, en el nutrido escenario del 21F, dos de los oradores convocaron al paro de mujeres y lo incluyeron dentro del plan de lucha. El secretario general de la CTA, Hugo Yasky, y el referente nacional de la CTEP, Esteban “El Gringo” Castro hicieron referencia en sus discursos. Yasky llamó a “construir una nueva unidad del sindicalismo y del movimiento social y por supuesto, el 8 de marzo, estamos todos con el paro de mujeres”. Castro fue más enfático: “Todos tenemos que acompañar el paro del 8 de marzo. Ese día los hombres vamos a reemplazar a las mujeres que le dan de comer a los pibes para que no falte ni una sola a esta movilización histórica”. 
Y dichas alusiones no son poco, sobre todo, porque la marcha la encabezarán las mujeres despedidas. Porque el Ni Una Menos también es exigir ni una mujer menos sin trabajo y ni una mujer menos precarizada. La marcha y el paro justamente pretenden visibilizar el mapa del trabajo en clave feminista. Durante las cuatro primeras asambleas que se realizaron todos los viernes en un galpón del barrio de chacharita y que reunieron a más de mil mujeres en cada jornada con el objetivo de pergeñar el paro, las mujeres despedidas tuvieron un rol fundamental. No solo eran las primeras en tomar la palabra, contar sus situaciones como las despedidas del INTI, la Casa de la Moneda, o del Hospital Posadas sino que muchas de ellas eligieron la asamblea feminista como espacio para sentir la contención y contar su experiencia. Porque el ajuste que comenzó en diciembre de 2015 pesa mucho más sobre las mujeres, aquellas que realizan trabajo doméstico sin que sea reconocido su aporte como valor económico; las que cobran en promedio un 27 por ciento menos que los varones a igual trabajo, la famosa brecha salarial. Porque cuando una mujer sale del trabajo—en muchos casos precarizado—tiene que ir a su casa y seguir trabajando. Y eso tiene que ser de alguna manera recompensado. 

Pero además de las mujeres despedidas, una columna importante será las de las militantes por la campaña del Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Tema que se coló en la agenda pública tras la decisión de Mauricio Macri de que el proyecto de ley se debata en el recinto. Pero muchos especulan con que la decisión del Presidente de dar vía libre al debate es tan solo el maquillaje para opacar las políticas de ajuste y represión, incluso, para menguar algo que lo tiene tan alterado como el ya acuñado “hit del verano”. Por caso, ni Macri, ni Marcos Peña, ni Gabriela Michetti, están a favor del proyecto de despenalizar el aborto. 

Por lo pronto, el tema está en agenda y este martes 6 será presentado en Diputados con una conferencia de prensa con las principales legisladoras que lo impulsan: Victoria Donda de Libres del Sur, Romina del Pla del FIT, Mónica Macha del Frente para la Victoria y Brenda Austin de la Unión Cívica Radical.