Si bien lograron aprobar la reforma previsional en diciembre pasado, las masivas marchas en su contra, el clima de tensión social y las críticas que llegaron -inclusive- a los medios de comunicación generaron que el Gobierno viera empantanada la aprobación de la reforma laboral.

Luego de uno de sus "retiros espirituales", el gabinete de Cambiemos se replanteó estrategias y decidió impulsar la reforma laboral "por capítulos": los puntos más accesibles -donde podrían lograr consenso con otros bloques y con la CGT-. Durante esta etapa se trataría el blanqueo de los trabajadores informales, la ampliación de las licencias por paternidad y las pasantías como capacitación laboral. 

Luego, se tratarían los puntos que ofrecen más resistencia: un nuevo cálculo para las indemnizaciones, la creación de un fondo de desempleo donde los trabajadores -y no los empleadores- sean quienes aporten, y la rebaja de los aportes patronales a la seguridad social. Según publicó hoy el diario La Nación, el Gobierno tiene previsto que el debate de estos puntos se de en junio. La fecha no es para nada casual: en ese mes se desarrollará el Mundial de Fútbol y la atención de la gente estaría concentrada en aquel evento. Esta es la principal estrategia de Macri para pasar uno de sus principales objetivos de este año de la manera más "tranquila" posible.