"Se fue de mi lado una compañera, una amiga, una madre, una amante, una fuerte y enorme mujer. Y, aunque no me gustan mucho las fotos, hoy quiero homenajearla así, feliz, siempre con esa sonrisa que tanto amaba", escribió su marido Maximiliano Grah quien exigió justicia: "espero que la causa avance, pero no comprendo los tiempos de la Justicia porque ya pasó medio año pero la investigación continúa bajo secreto de sumario. Tras las muertes de Sandra y Rubén sólo inculparon al gasista, mientras que el interventor designado por el gobierno de la provincia de Buenos Aires ni siquiera fue procesado. En la tragedia está clara la ausencia y la responsabilidad del Estado, que no protegió a docentes ni estudiantes. Sólo imploro que no haya intereses políticos de por medio y que caiga quien tenga que caer", añadió Grah.

Aquel 2 de agosto por la mañana, hace exactamente seis meses, acompañé a Sandra a la parada del colectivo para que fuera a enseñar y yo me llevé a los chicos al colegio en Villa Tesei. Ni bien los dejé allí, una amiga de ella me llamó y escuché los gritos de “tenés que venir”. Yo preguntaba por qué, qué había pasado, y desde el otro lado me volvieron a responder “tenés que venir”. Cuando llegué, se me vino el mundo abajo. Un oficial me recibió con la noticia: “La señora está fallecida”. Me empezaron a temblar las piernas, sentía que me caía.

Su pérdida fue enorme, porque más allá de que era una excelente profesional, en lo familiar era una máquina que no paraba un segundo. Siempre estaba atenta a las necesidades del resto, como en esas enteras y eternas madrugadas que pasaba haciendo tortas para llevar a la escuela. A pesar del cansancio amaba la docencia, la hacía muy feliz. De hecho, también trabajaba los sábados en el programa Patios Abiertos, donde notó que los días que cocinaba asistía el doble de chicas y chicos. Allí laburaban con el deporte y las manualidades, era una gran recolectora de materiales reciclables. De repente íbamos en el auto y con un grito me pedía que frenara: “¡¿Viste eso?!”. Y levantaba una bolsa de telas para su taller de costura.

Espero que la causa avance, pero no comprendo los tiempos de la Justicia porque ya pasó medio año pero la investigación continúa bajo secreto de sumario. Tras las muertes de Sandra y Rubén sólo inculparon al gasista, mientras que el interventor designado por el gobierno de la provincia de Buenos Aires ni siquiera fue procesado. En la tragedia está clara la ausencia y la responsabilidad del Estado, que no protegió a docentes ni estudiantes. Sólo imploro que no haya intereses políticos de por medio y que caiga quien tenga que caer.

Espero que la causa avance, pero no comprendo los tiempos de la Justicia porque ya pasó medio año pero la investigación continúa bajo secreto de sumario. Tras las muertes de Sandra y Rubén sólo inculparon al gasista, mientras que el interventor designado por el gobierno de la provincia de Buenos Aires ni siquiera fue procesado. En la tragedia está clara la ausencia y la responsabilidad del Estado, que no protegió a docentes ni estudiantes. Sólo imploro que no haya intereses políticos de por medio y que caiga quien tenga que caer.